El año de 2021 ha sido un año muy complicado para el sector de la logística y el transporte de mercancías. Los problemas de la cadena de suministro siguen estando presentes en todo el mundo.

Persistencia de las tensiones en la cadena de suministro global. Las empresas de transporte se enfrentarán al reto de garantizar el servicio en un contexto de disrupción: los cuellos de botella en el transporte marítimo y la escasez de materias primas hacen que se acumulen retrasos en los flujos de mercancías y en la producción, lo que obliga a buscar nuevos puntos de suministro y movimientos de mercancía alternativos.

Para manejar la volatilidad y evitar que se rompan las cadenas de suministro, el sector deberá evolucionar hacia modelos más flexibles, que permitan anticiparse y disponer de diferentes alternativas en el día a día. Y para poder adaptarse a una realidad cambiante será necesario contar con proveedores de transporte con soluciones dinámicas capaces de garantizar el servicio ante las variaciones de la demanda.

La automatización dentro de la logística será una de las vías más potentes para optimizar al máximo todos los procesos. Para ello, las empresas apostarán por el uso de herramientas tecnológicas con las que controlar la ejecución de las operaciones, mejorar la eficiencia en la última milla, garantizar la trazabilidad y, por supuesto, llevar una gestión digital de la documentación.

Los hábitos de consumo de los consumidores han cambiado, el consumo se ha abierto a un sinfín de canales de distribución, y esto crea nuevos retos operativos para el sector, que debe asegurar la disponibilidad en cada canal. En este sentido, existe todavía un gran margen de mejora organizativa, y se deberá reforzar la cooperación entre proveedores y empresas para alcanzar mayores niveles de productividad.